Adolfo de la Huerta

Adolfo de la Huerta es uno de los pocos revolucionarios mexicanos que conservaron la dignidad y la honestidad aun en medio de las acechanzas y tentaciones del poder corrompido en que degeneró el movimiento social mexicano de 1910 a 1920. No solamente se enfrentó a los caudillos militares que se adueñaron de la presidencia de la república -Obregón y Calles-, en un intento por darle civilidad al gobierno, sino que además, fue la única voz que se levantó en contra de la ignominiosa entrega del país a Estados Unidos, auspiciada por el propio gobierno mexicano al firmar los tristemente célebres Tratados de Bucareli. El tránsito de Adolfo de la Huerta por la historia mexicana representa uno de los pocos momentos luminosos de nuestro pasado, en donde brillan las cualidades de un hombre honrado y digno, calificativos que lo distinguen entre la abrumadora mayoría de mediocridades en que fue pródigo nuestro siglo XX.